viernes, 29 de enero de 2016

Volviendo a Osera

A principios de los años setenta, mis padres adquirieron una finca en el municipio zaragozano de Osera. Sobre ella edificaron una casa, depositando en sus cimientos tantas ilusiones como hormigón. Montaron una huerta de colores -desde el rojo tomate al verde pepino-, aquel pequeño jardín, una balsa de riego que acabaría siendo piscina... E incluso le dieron un nombre: Villa Dorita, pues así se llamaba mi madre. Allí comenzamos a pasar cada fin de semana y la mayoría de nuestras vacaciones. Montaba en bicicleta, subíamos a las canteras, me zambullía en las aguas del Ebro... Y así también, poco a poco, fuimos participando en la vida del pueblo. Primero, desde su bar y sus tiendas; después junto a sus vecinos. Lo cierto es que aquella acogida derrochó hospitalidad y que acabamos haciendo verdaderos amigos.
Confieso que entre las oposiciones y los destinos a otras provincias, perdí muchos contactos que mis padres seguirían cultivando durante años. Hasta aquel fatídico mes de junio de 2002 en el que un accidente de tráfico, precisamente a las puertas de Villa Dorita, acabó llevándose a ambos.
Ese verano fue el último que estuve en Osera. La tristeza, la impotencia y una gran sensación de injusticia -el percance fue provocado por un conductor temerario- se apoderaron de mí, susurrándome que de momento debía marchar. Quizá ideé una fijación y, acertadamente o no, terminé haciéndoles caso.
Hace dos semanas confirmaba mi amistad por Facebook con la Biblioteca de Osera. Declaro sinceramente que me dio mucha alegría. Y más, saber que desde ayer parte de mi obra se encuentra entre sus fondos.
En el término municipal de Osera pasamos una parte importante de nuestra infancia. Allí, junto a mis padres, nos sentimos muy felices. Mis recuerdos de aquella huerta, de sus rincones, de tantos vecinos, resultan entrañables.
Puede que sea por la magia de los libros, pero que algunos de los míos estén en su biblioteca ha sido una primera y maravillosa forma de volver.

miércoles, 27 de enero de 2016

Reclamación contra Juasapp en el Día Europeo de la Protección de Datos

Admito que en mi pueblo se antepone la nobleza al formalismo, de manera que nuestros padres no decían ¡qué hijos más educados tenemos!, sino ¡qué hijo o hija más noble tengo! Reconozco también que en mi familia ejercemos la tozudez cuando vivimos una injusticia ante la que creemos tener razón.
Dicho esto, recordaré que el pasado verano sufrí una broma sin gracia que me gastaron desde la aplicación Juasapp. En ella, una voz masculina con tono altisonante y amenazante llamaba a mi móvil insistiendo en que tenía una deuda por saldar, y que en caso de no hacerlo me atuviera a las consecuencias. La llamada resultó de lo más desagradable, pero no tanto como saber quién fue el que la encargó: un menor de edad, hijo de unos amigos míos que no sabían nada al respecto.
Desde que compartí aquella vivencia en mi blog han sido muchas las personas que se han dirigido a mí contándome otras similares. A uno le acusaban de defraudar a Hacienda, a otro de robar la wifi del vecino... Y así, varias decenas de afectados para quienes esas bromas -además de provocarles en algún caso "un susto de muerte"- no tuvieron ninguna gracia, con el agravante de que la conversación fue grabada sin su consentimiento.
Aun cuando las quejas contra el uso de esta aplicación ya se están moviendo en las redes sociales, con hashtags del tipo DenunciaJuasapp o con el grupo de Facebook Juasapp: ¡¡¡Basta ya de grabaciones ilegales!!!, quisiera sumarme a ellas con motivo del Día Europeo de la Protección de Datos, que se celebra mañana jueves, 28 de Enero. Sé que es una batalla de David contra Goliat... pero sabemos también que llevamos razón. Porque puede que sea legal, pero no es ni justo ni ético.
Para ello, desde la nobleza y la tozudez a la que antes me refería, anticipo las medidas que ejerceré en ese Día Europeo de la Protección de Datos contra la aplicación Juasapp:
1.- Presentar una reclamación formal por escrito contra la empresa que la gestiona, detallando lo sucedido, en la Oficina Municipal de Información al Consumidor de mi ciudad. En ella haré constar el incidente, la grabación de la conversación sin previo aviso y sin mi consentimiento, y la delegación absoluta de responsabilidades por parte de dicha empresa en el menor que activó la aplicación.
2.- Informar mediante una carta personal a la dirección de la Asociación a la que refieren dar parte de sus beneficios, expresándole el malestar existente entre muchos destinatarios de esas bromas e indicándoles la posibilidad de que dicha aportación tenga un objetivo meramente de refuerzo publicitario.
3.- Difundir la situación descrita entre el público en general y los distintos medios de comunicación en particular, a fin de que tengan conocimiento de ella.
4.- Seguir organizándonos desde el grupo on-line Juasapp: ¡¡¡Basta ya de grabaciones ilegales!!! en busca de soluciones al respecto.
Como siempre, me despido con mil sonrisas, pues conociéndonos nadie duda de que no es que nos falte sentido del Humor... ¡Quizá lo que nos sobra es sentido de la Justicia!

viernes, 22 de enero de 2016

Siete años de chocolate

Tal y como me han recordado algunos amigos, ayer se cumplieron siete años de mi presentación de la novela Mi planeta de chocolate en el Foro FNAC-Zaragoza. Realmente fue la segunda de esta obra, pues ya hicimos una previa el 12 de diciembre de 2008 en el Auditorio Ángel Barja de León, precisamente el mismo día en que fallecía una de sus protagonistas reales: doña Amalia Solórzano, viuda del estadista Lázaro Cárdenas, presidente de México durante los años en que se desarrolla su trama.
Recuerdo ambas presentaciones con mucho cariño: dos actos entrañables, la asistencia de un montón de amigos, la firma de decenas de ejemplares... Y esas onzas de bombones que distribuimos en cada una de sus entradas.
Por ello, sean estas líneas de mi libro para desearos un feliz fin de semana, haciendo más nuestra que nunca la máxima de Benito Expósito Expósito, su pequeño protagonista: "Cuando debas elegir entre dos opciones, toma siempre la que tenga chocolate".

"Una tarde maese Quirino, tras detallar la secuencia de la Creación, convida a sus alumnos a un ejercicio imaginativo:
- ¿Por qué el Señor pensó antes en los planetas que en los animales?, ¿cómo habríais creado vosotros?
El profesor a sus clases tiene que ir a aprender.
- Yo haría las cosas siguiendo los números –apunta Nicesio, llamado así en memoria de un antiguo confesor-. El primer día, aquello que fuese único: la galleta del desayuno, la nariz, un corazón... El segundo, lo que suene a pares: mis orejas, las lentes de sus gafas... El tercero, de tres en tres: triángulos, tridentes, la vez a la que va la vencida... Y así, sucesivamente, hasta llegar al séptimo: los colores del arcoíris, las vidas que tiene un gato, las notas musicales.
¡Muy ingenioso!, aun cuando por tal regla sobrarían dedos de la mano y los años terminarían en agosto. No obstante, aquella respuesta convence al maestro; con razón Nicesio es su alumno aventajado. ¿Por qué toda la cultura te la has llevado tú?
Toca el turno de Simón, afortunado de que sus padres dejasen una carta en el cestillo, sin dar opción a que los monjes escogieran su nombre.
- Yo de abajo a arriba. El lunes: cuevas, madrigueras, alcantarillas. El martes, lo del suelo. En miércoles lo que esté por encima. Y así, ordenadamente, hasta llegar el domingo a lo más alto.
Sin ser tan meritorio, tampoco ha decepcionado. Cuando las cosas están casi bien, hay que darlas por buenas.
Mientras, desde la última fila, Benito alza su mano. ¡Qué habrá pensado en esta ocasión!
A quien insiste en decirlo nunca se le pregunta. Sin embargo, el viejo docente tiene curiosidad por conocer su razonamiento.
Adicto a  copiar de los compañeros, el niño defiende este gesto como una muestra de confianza hacia su inteligencia. En la vida lo importante no es saber, sino estar junto al que sabe. Ahí reposa el secreto de la sabiduría. No obstante, en esta ocasión su respuesta sale de dentro.
- Yo habría estado durmiendo los siete días.
- ¿Durmiendo? replica el monje-. ¿No te da vergüenza? En esas circunstancias el mundo no existiría.
- ¿Acaso el refrán de hoy no dice es mejor no hacer algo que hacerlo mal? Pues si Dios siendo perfecto lo hizo así, ¿cómo me habría quedado a mí?
En los tiempos actuales sería evidente que detrás de esa respuesta late un problema de autoestima. Por entonces, la cosa resulta más sencilla: el problema, si existe, es solo de educación".

miércoles, 20 de enero de 2016

El salario del pequeño Nicolás

Leo este titular en un periódico: "El pequeño Nicolás cobra al día como un médico en un mes". Saco mis propias cuentas y deduzco que está equivocado: cobra al día más que un médico en dos meses. Y es que esas son algunas de las cantidades desorbitantes que paga la productora del programa Gran Hermano VIP en su actual edición. De manera que, atendiendo a los datos publicados, de ser finalista y completar los tres meses que dura este reality, dicho personaje se embolsaría un total de 360.000 euros (al margen de lo que pudiera percibir luego por acudir a otros programas para contar su experiencia).
Según consta en su página de Wikipedia (obviamente, se le atribuyen méritos más que suficientes para estar incluido en esta enciclopedia libre), el pequeño Nicolás no ha completado sus estudios universitarios de Derecho al haber "aprobado cuatro asignaturas en tres años de carrera". Eso sí, ha aparecido en público con numerosas personalidades, habiendo también estado implicado en distintos procesos judiciales (entre ellos, alguno por supuesta usurpación de identidad y falsedad documental).
Con tal currículo, cobrará en solo seis días de convivencia el equivalente a un sueldo anual bruto de cualquier español medio.
Otros participantes en el programa sin grandes méritos ni formación, tampoco se le quedan muy atrás.
Y mientras tanto, la audiencia de Gran Hermano VIP se dispara, con una media superior a los tres millones de espectadores por programa y un share en torno al 25%.
A pesar de tantos desvelos y de su responsabilidad, confieso que me encanta ejercer la Medicina... Pero ahora entiendo al hijo de aquel amigo que no quiere estudiar, argumentando que de mayor quiere ser concursante de Gran Hermano. Tristemente, ¡es lo que estamos sembrando!

jueves, 14 de enero de 2016

Lolo a tiras

Además de contarlo entre mis amigos, considero a José Manuel Redondo García Lolo un genio en el mundo del dibujo. Humorista gráfico, Premio ECO 2014 en la categoría de Cultura y Ocio y dibujante de La Nueva Crónica, Lolo es también el creador de Tulio, el personaje de la tira diaria de dicho periódico leonés.
La muestra Lolo a tiras, expuesta durante el mes de enero en el Espacio Vías de León, recoge en una treintena de láminas el humor de este artista y su interpretación de la realidad. A partir de este viernes, una reproducción de dichas láminas puede adquirirse conjuntamente con el diario La Nueva Crónica.
Con Lolo he tenido el placer de compartir dos proyectos solidarios, a los que yo puse mis cuentos y él sus espléndidas ilustraciones. El primero fue en el libro Cuentos para compartir, a beneficio de ASPANOA, con aquel relato titulado Mi globo más grande. El segundo, con nuestra historia La risa entrecortada de las hienas en la obra Cinco cuentos en tu mano, a beneficio de la Fundación JuanSoñador.
También he compartido alguna charla, aquel café, e incluso ese mural de pared que pintamos en un pueblo bajo su ingeniosa dirección.
Sin embargo, el mejor proyecto conjunto aún está por llegar, pues voy a tener el honor de que sea Lolo quien ilustre mi próximo libro. De momento, prefiero no anticipar más detalles y recomendaros expresamente la muestra Lolo a tiras. Os hará pensar, os hará sonreír, os encantará.
Y eso sí: respecto al nuevo libro, en breve nos seguiremos contando.

lunes, 11 de enero de 2016

Familiaris

Mi primera lectura del año ha sido una obra a medio camino entre el relato largo y la novela corta, titulada Familiaris (Ediciones Oblicuas), del escritor leonés Manuel Martínez. En las casi cien páginas que la componen se nos muestra un futuro quizá no tan lejano en el que unas personas -magister- se sirven de una especie de criaturas robóticas -familiaris-, creadas con el único deber de satisfacer sus necesidades.
Familiaris está escrita en primera persona, lo que sin duda constituye un recurso acertadísimo al implicar mucho más al lector con cada personaje. Es de fácil lectura tanto por la trama que encierra como por su lenguaje, se enmarca en un espacio que podría ser cualquiera, atrapa y entretiene desde el principio... Sin embargo lo mejor de esta novela lo encontramos en su alto contenido psicológico que va más allá de su propia historia. Y es que Manuel Martínez disecciona con maestría a través de su familiaris la naturaleza humana, hablando de sus miedos, esperanzas, deseos (incluyendo los sexuales que describe con sutileza), emociones... Y tanto desde la perspectiva del dominante como del dominado.
Una ucronía a medio camino entre la ciencia ficción y algún mañana que podría estar cercano, cuyo interés va creciendo página a página hasta llegar a un final sorprendente que invita a la reflexión.
Por ello, recomiendo expresamente su lectura... Y en especial, su discusión en grupo: en las aulas universitarias, en cualquier biblioteca, en ese club literario. Porque aun tratándose de una novela corta, estoy convencido de que Familiaris daría juego para largas y provechosas tertulias.

sábado, 9 de enero de 2016

Los titiriteros de Binefar

Una de las primeras veces que acudí al teatro con mi mujer fue precisamente para verles. Ella no les conocía de nada, y aquel espectáculo suyo titulado Retablo de Navidad, en principio dirigido a un público infantil, le encantó.
Tiempo después, asistimos junto a Manuel pequeño a otra de sus representaciones -La Fabula de la raposa-, acabando todos con una sonrisa inmensa.
Hubo una tercera vez -Dragoncio-, y una cuarta -Maricastaña-... Y como dice nuestro refranero que no hay quinto malo, el pasado domingo, en el escenario de la Plaza del Pilar de Zaragoza, hubo una quinta bajo el título de Juerga VR.
Los Titiriteros de Binefar, Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud 2009, siempre resultan divertidos, espontáneos, auténticos, originales respetando la tradición, artistas en toda la extensión de la palabra... Y es que, como hemos constatado en cada una de sus funciones, son sencillamente geniales.

jueves, 7 de enero de 2016

Cuento Cuentos Contigo

A fin de pasar más tiempo junto a mi familia, para este año 2016 he decidido disminuir el tiempo que venía dedicando a dos actividades: la docencia universitaria y mis sesiones de cuentacuentos. Para el caso concreto de estas últimas, pretendo quedarme solo con aquellas que realmente me llenen, como sucede con la convocatoria de mañana.
Y es que a partir de las ocho y media de la tarde de este próximo viernes participaré con alguno de mis relatos en el VIII Encuentro de Cuento Cuentos Contigo, a celebrar en el Café Varsovia (C/ Arquitecto Ramón Cañas del Río, 11), de León. Una presencia que había pospuesto en varias ocasiones por motivos personales y que me apetece mucho vivir.
Mil gracias a Flor Méndez Villagra por su invitación a este evento en el que habrá otros escritores, cuentacuentos, lectores y amigos de la Literatura compartiendo historias, habiéndose reservado para el final una actuación seguro que sorprendente a cargo de ese artista polifacético a quien también tengo el gusto de conocer: Pablo Parra Lacigarra.
Por supuesto, como siempre, estáis todos invitados.

martes, 5 de enero de 2016

En esta Noche de Reyes

Ciertamente, mi relación con los Magos ha estado llena de cordialidad. Hay un año en que no pueden venir en la madrugada del seis de enero, mas tienen el detalle de advertírselo a papá. Le dicen que habiendo tantos chiquillos no llegarán en hora pues los camellos están cansados. No pasa nada porque nos dejen para otra noche. Tampoco nos enfadamos si vuelven a olvidarse de las pilas.
Y esa noche vino una semana después. Traen ropa, mucha ropa, aunque sabemos por las bolsas que la han adquirido en las rebajas. No importa que administren mejor su dinero si con ello visitan más hogares.
Sin embargo, otro año se acercaron mucho antes. Al bajar a la leñera en busca de una escoba encuentro un montón de paquetes envueltos entre plásticos. Esto, ¿para quién? Mamá no sabe, no contesta; deducimos que los Reyes lo han escondido allí para recogerlos cuando puedan y depositarlos luego en el sofá. Así van más deprisa. ¡Qué gracia haberles descubierto! Prometo no decir nada a mis hermanos. 
A veces nos ponen carbón; por haber sido malos. Un carbón lleno de dulzura que deleita el paladar más exquisito. El mejor regalo es el que te harta. Quizá por ello no quiero ser bueno al cien por cien. Una pizca de malicia transforma lo corriente en lo mejor.
Otras veces prefiero la caja al contenido. Desde un bosquejo de imaginación, transformarla en algún barco, aquella isla, ese castillo. ¡Mira que si los molinos eran en verdad gigantes! Con el juguete ya se entretendrá papá.
Y es que ante mis padres demuestran poca originalidad, pues sus detalles se replican cada año. Para él, un frasco de colonia; a ella, algún detalle personal. Nunca protestan. No importa qué si es sincero. Tendrán que esperar a que seamos mayores para recibir otro tipo de presentes. Hay un momento de la vida en el que los interlocutores de los pajes pasamos a ser los hijos.
Mi abuela recuerda que sigue habiendo casas a las que su Magia no puede entrar. ¿Se acordaron de escribirles una carta? No creo que sea por eso, sino por algo llamado presupuesto.
¡Qué complicado resulta a veces este mundo de los mayores!

Nota: Párrafo perteneciente al relato titulado Un regalo para Lida, incluido en mi libro Cartas para un país sin magia.